¿Qué tienen en común el logotipo de Toyota con la Gran Pirámide de Gizeh, los moluscos de concha helicoidal con la Gioconda, las nervaduras de las hojas de los árboles con el Hombre de Vitruvio y las semillas de los girasoles con la tarjeta VISA?
Aparentemente absolutamente nada aunque existe la teoría que lo único que los relaciona a todos ellos es una proporción numérica específica, presente en la naturaleza, esencial para entender el ideal de la perfección geométrica y estética: el número Phi.
El número Phi (Φ), también conocido como el número áureo, razón extrema, proporción áurea o divina proporción, es un número irracional (decimal sin periodo) que se fundamenta en el siguiente principio geométrico de proporcionalidad, ya descrito por Euclides en el Sexto Libro de Los Elementos (aprox 300 a.C.) hace más de dos mil años:
De forma simple, la proporción áurea establece que lo pequeño es a lo grande como lo grande es al todo. En otras palabras, tal y como indicara Adolf Zeysing en su Investigación Estética (1.855 d.C.) “Para que un todo dividido en partes desiguales parezca hermoso desde el punto de vista de la forma, debe haber entre la parte menor y la mayor la misma razón que entre la mayor y el todo”.
La proporción de 1:1,618 entendida de forma progresiva es el resultante de La sucesión de Fibonacci (1.202 d.C.) en el campo de la aritmética. Se trata de una serie infinita de números naturales que empieza con un 0 y un 1 y continúa añadiendo números que son la suma de los dos anteriores, quedando con la forma siguiente:
0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610, 987, 1.597, 2.584, 4.181, 6.765, 10.946, 17.711, 28.657…
Uniendo el concepto aritmético con su representación geométrica se obtiene una de las imágenes más comúnmente asociadas al número y la razón áurea: la Espiral de Oro o de Fibonacci.
La interpretación de este canon numérico se ha aplicado en las matemáticas, el arte, laarquitectura, las finanzas, el diseño gráfico, la fotografía, la música, la tipografía, la estética facial e incluso en el estudio del ADN. La Espiral de Oro así como su rejilla a modo de cuadrícula (Phi grid) es utilizada en diseño, dibujo o fotografía para establecer pautas de composición.
Estructura geométrica del ADN basado en el número Phi
Patrón de fisonomía atendiendo a la proporción áurea
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¿Se puede aplicar la proporción áurea en el diseño publicitario?
Al igual que la proporción áurea se ha aplicado en las artes plásticas desde tiempos remotos hasta la actualidad (dibujo, pintura, escultura, arquitectura… ) cabe plantearse si dicho recurso ha sido utilizado o se podría utlizar en el diseño de anuncios publicitarios.
Al no haber encontrado personalmente ninguna referencia publicada al respecto he creído conveniente realizar algunas pruebas, tanto en anuncios clásicos como contemporáneos.
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Año: 1955 / Agencia: Ogilvy and Mather, New York / Cliente: Rolls-Royce
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Año: 1962 / Agencia: Doyle, Dane and Bernbach, New York / Cliente: Volkswagen, USA
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Año: 2013 / Agencia: DDB Madrid / Cliente: Volkswagen Group
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Año: 2016 / Agencia: Coca Cola Company (Guy Aroch & Nacho Ricci fotógrafos) / Cliente: Coca Cola Company
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¿Es fruto de la casualidad? En publicidad -como en las matemáticas- nada ocurre por casualidad, todo el contenido del anuncio está supeditado a optimizar el mensaje. Pero en lo que atañe a la proporción áurea, que resulte coincidente no necesariamente implica que sea causal.
Aquí ya entramos en el terreno de las valoraciones personales. Profesionalmente me siento excéptico al uso deliberado y ex profeso de la proporción áurea en el momento de la creación gráfica de los anuncios. Aunque técnicamente a día de hoy ya es posible encontrar plantillas o software específico para poder aplicar la proporción áurea con cualquier programa de diseño gráfico.
Soy de la opinión de creer más bien en el buen uso por parte del director de arte y/o diseñador de un patrón aprendido fruto de un bagaje visual tan profundo como extenso, con el único fin de dotar a la pieza gráfica de su más simple cometido que no es otro que el de comunicar adecuadamente con equilibrio, armonía y belleza visual.
Deseo pensar que la proporción áurea está tan presente en la naturaleza como en la misma necesidad humana de encontrar una explicación lógica y duradera al misterio de la belleza. Proporcionándonos un equilibrio en la composición, el mismo que estamos acostumbrados a admirar en la naturaleza.
gracias por publicar este artículo esta exelente